Mi tendencia a exagerar hace que cuando me preguntan por mis festivales favoritos responda que detesto esa fórmula de entretenimiento cervecero. No me gustan las aglomeraciones de hombres embriagados que se prometen amistad eterna mientras dan cuenta de la enésima prueba que el fabricante amigo de turno ha llevado al evento. Y digo hombres conscientemente porque los grupos de mujeres que se reúnen alrededor de una cerveza, desgraciadamente, siguen siendo una quimera.
Mi poco aprecio por estas actividades también está motivada porque, en una buena parte, sus organizadores, por mucho que incluyan el término artesano en sus denominaciones, nunca han destacado por un amor a la cerveza. Y es que la combinación de las palabras artesano y festival siempre hace que suenen las alarmas en mi cabeza.
Soy consciente de que exagero porque hay festivales que me gustan mucho y me siguen ilusionando. Recuerdo la primera edición del Great British Beer Festival a la que asistí. Está entre los momentos más memorables de mi prolongada relación con la cerveza. Ahí fui consciente de lo valioso que podía ser un festival para la promoción de nuestra bebida. Tras el GBBF de la vetusta CAMRA llegó el Great American Beer Festival y hace diez años lo hizo otro jugador de la misma liga.
En esta década el Barcelona Beer Festival se ha convertido por méritos propios en un referente a la altura de los mencionados. Un éxito que además tiene un componente que me parece especialmente meritorio: detrás de él no hay una asociación sino una empresa privada de auténticos amantes de la cerveza que se juega su dinero. Joan, Salva y Mikel organizan un festival que funciona pero que además contribuye durante todo el año a vertebrar una comunidad de aficionados y productores. Lejos de acomodarse y limitarse a mantener engrasada la máquina para que cada edición genere más beneficios, este trío ha conseguido crear alrededor del BBF todo un ecosistema de colaboradores, actividades paralelas, concursos y proyectos de comunicación que enriquecen nuestro mundo. Es por eso porque debemos felicitarlos y felicitarnos.
Alberto Benavides
Director de Bar&Beer
Waterloo, 7 de septiembre de 2022