El BBF en su vocación de promover y divulgar la cerveza artesana de forma amplia ha llegado a un acuerdo con Turisme de Barcelona con el doble objetivo de promocionar producto de calidad y abrir la mirada sobre la repercusión del turismo más allá de aquellos sectores considerados tradicionalmente como «turísticos» siguiendo la lógica de «la economía del visitante».

 

Una de las primeras acciones en este sentido ha sido el acuerdo firmado hoy entre el presidente del Comité Ejecutivo de Barcelona Turismo, Eduard Torres y el director de Beer Events, Mikel Rius a través del cual ambas partes se comprometen a colaborar en la difusión, proyección y posicionamiento de la cerveza artesana dentro del segmento de la gastronomía generando nuevos contenidos y ampliando conocimiento. El objetivo es crear un nuevo relato de ciudad a través de un segmento como la cerveza artesana, históricamente muy vinculado a la ciudad de Barcelona, y en el marco de la estrategia de diversificar la actividad turística y poner en valor nuevos atributos propios del destino que tienen una repercusión o potencial turístico.

 

Turisme de Barcelona impulsa así una nueva línea de trabajo para ensanchar la base del sector turístico tradicional con sectores que de alguna forma interactúan con el turismo y representan la “marca” a partir de la proyección internacional que se produce a través del consumo de productos autóctonos. Tal y como ha explicado Eduard Torres “desde el Consorcio, conscientes del impacto que tiene el turismo más allá de los sectores tradicionales, estamos incidiendo mucho en una nueva estrategia de interlocución con otros sectores para incorporar a nuestro universo relacional empresas que tienen una corresponsabilidad con el relato del destino y su proyección”.

 

Desde el festival se señala la importancia y reconocimiento que supone para el sector que la ciudad adopte la cerveza artesana en su discurso gastronómico cuando se proyecta y se explica a sus visitantes. En palabras de Mikel Rius “Barcelona es reconocida internacionalmente como destino cervecero gracias al buen trabajo que se está realizando desde hace años por parte de las cerveceras, locales de restauración especializados y festivales. Es una enorme alegría que la ciudad se muestre orgullosa de este sector y lo incorpore a su relato”.

 

Teniendo en cuenta que el 90% de la cerveza que se consume es de elaboración nacional, Turisme de Barcelona ha incorporado como miembros algunas cerveceras como Barna Brew y Espiga; artesanas, además de contar con grandes marcas como Damm y Moritz estrechamente vinculadas a Barcelona.

 

Una de las tareas de Turisme de Barcelona es promover nuevo producto y experiencias en clave de calidad y impulsar certámenes sectoriales como el Barcelona Barcelona Beer Festival del sector cervecero donde este año han estado presentes más de 150 cerveceras.

 

Barcelona es una ciudad con gran tradición cervecera. Actualmente, existen una quincena de pequeñas cerveceras artesanas repartidas por la ciudad y, en casi todas, se puede probar in situ las variedades de cerveza que elaboran y realizar visitas guiadas para conocer el proceso de fabricación. Existe la cerveza local, la de proximidad y la elaborada con ingredientes frescos. También hay muchos restaurantes comprometidos con la divulgación de la cultura cervecera que disponen de una amplia propuesta de variedades y estilos, e incluso ofrecen menús de maridaje con cerveza para descubrir todo su potencial. En cervecerías y tiendas especializadas, hay talleres y catas de todo tipo de cerveza para ampliar conocimientos y degustar nuevos sabores y aromas. La página del VisitBarcelona recoge un apartado dedicado a la oferta cervecera de la ciudad.

 

Según el Barómetro de la Cerveza Artesana en Catalunya’ publicado por Barcelona Beer Festival y el Cluster Craft Beer, que reivindica la cerveza artesana como generadora de riqueza en diversos ámbitos como la agricultura, industria, hostelería, comercio, cultura, gastronomía y turismo entre otros, en Barcelona provincia hay 52 productores de cerveza con una media de 15 cervezas distintas por cada cervecera. Al igual que ha ocurrido con las bodegas de vinos, cada vez más las fábricas de cerveza abren sus puertas al cliente final ofreciendo servicios relacionados con la gastronomía. El buen recibimiento por parte del visitante crea la necesidad de generar una estructura turística para la difusión de la cultura cervecera en Catalunya. La estrecha vinculación con el entorno ofrece al viajero el conocimiento de cada país.